Se presentarón la nueva serie de materiales llamados aerogeles cuya característica más llamativa es ser más ligeros que el aire.
El primero de estos compuestos a base del ya familiarmente revolucionario grafeno tenía una densidad de 0.18 miligramos por centímetro cúbico.
Ahora, la Universidad china de Zhejiang ha apurado esa cifra hasta desarrollar un nuevo aerogel de sólo 0.16 miligramos por centímetro cúbico.
Para ser un sólido, la cifra no es nada despreciable puesto que es sólo el doble de la densidad del hidrógeno y 7.5 veces más ligero que el aire que respiramos.
El récord ha sido posible gracias a nuevas técnicas para crear estructuras tridimensionales a partir de láminas de grafeno y nanotubos de carbono.
Según los investigadores, la técnica utilizada de secado por
congelación es susceptible de escalarse al tamaño de estructuras que se
quiera, lo que facilitaría su uso industrial.
También altamente flexible y capaz de retornar a su forma original
aunque se comprima, el aerogel de grafeno es capaz de almacenar en su
interior 900 veces su propio peso. Eso y sus extraordinarias propiedades conductoras lo hace muy atractivo para servir de punto de partida a esas baterías interminables con las que todos soñamos.